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El pasado domingo 25 de junio, último de este mes, se desarrolló nuevamente el registro estenopéico de un punto patrimonial de la ciudad capital, según la nueva etapa de trabajo del Club Estenopéico de Caracas. El punto patrimonial para este recorrido fue la iglesia Nuestra Señora de Lourdes, en la parroquia San Juan se erige la única edificación neogótica en honor a Dios que existe en el oeste de Caracas.
Desde las escaleras de la iglesia se registró la fachada de la iglesia con nuestras estenopéicas, tanto fotoquímicas como digital (del compañero Julio Blones).
El templo tiene cuatro, una de ellas donada por el general Juan Vicente
Gómez. El resto proviene de Annecy-le-Vieux, al sureste de Francia. Y
bajo las telarañas y el polvo reposa un órgano portátil de la firma
Debierre Gloton & Successeurs, cuya música alguna vez retumbó en el
pecho de los devotos. Ahora descansa en silencio.
El oratorio es Monumento Histórico Nacional desde el 2 de agosto de
1960. Una declaratoria presidencial les dio cabida a todas las iglesias y
capillas, terminadas o no, para evitar su destrucción. Hoy, es
santuario de sanación. Cada 11 de febrero desfilan aquejados y sus
familiares por sus pasillos, con la esperanza de sanar sus dolencias
invocando sus milagros. La misa de la unción de los enfermos es propia
de su festividad, que coincide con la Jornada Mundial del Enfermo
instituida por el papa Juan Pablo II.
Nombre: Iglesia Nuestra Señora de Lourdes (antigua Capilla Inmaculada Concepción)
Autor: Augusto Pavageau
Año: Iniciada en 1922 – culminada en 1936
Tipo de patrimonio: tangible / inmueble
Administrador custodio o responsable: Arquidiócesis de Caracas (iglesia), Fundapatrimonio y Alcaldía de Caracas (plaza)
El origen de este monumento arquitectónico es bastante singular. A principios del siglo XX, los sacerdotes de la congregación francesa “Hijos de María Inmaculada», decidieron levantar la Capilla “Inmaculada Concepción» en la esquina de Palo Grande, para atender espiritualmente a la población de El Guarataro. El padre Augusto Pavageau, sin conocimientos previos de arquitectura, diseñó el proyecto, pero la falta de fondos fue un gran obstáculo. Al padre José Calvet se le ocurrió recaudar un centavo semanal entre su feligresía, con lo que se logró el dinero necesario para iniciar la construcción en 1922, por ello también se le conoció como la “Capilla del centavo». En diciembre de 1924 se celebró la primera misa, sin embargo fueron necesarios 12 años más de trabajo y recaudación de fondos para ver terminada la obra.
Frente a la Capilla se encontraba la plaza Italia que fue lugar de encuentro de la colonia italiana inmigrante que residía en la zona. A finales del siglo XIX ya se encontraba esta plaza cerca de la estación terminal Palo Grande del Ferrocarril Central de Venezuela. Cuando el antiguo Camino de San Juan se transformó en la avenida San Martín, en 1954, la plaza perdió buena parte de su extensión.
En 1957, la Capilla de la Inmaculada Concepción pasó a la categoría de iglesia recibiendo el nombre de “Nuestra Señora de Lourdes».
Foto estenopéica digital de Julio Blones de la Plaza Italia. San Martín. Caracas. Parroquia San Juan.
Foto estenopéica digital de Julio Blones de la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes. San Martín. Caracas. Parroquia San Juan.
Corre la leyenda urbana de que se construyó “a punta de centavos” que la comunidad donó para su cimentación. No se equivoca. Es uno de los tantos aspectos que la distingue de las grandes iglesias del casco histórico de la capital. El padre José Calver se encargó de la dirección del proyecto y de la recolección de sus fondos. Con él nace “la obra del centavo”. Se designaron voluntarios hombres y mujeres bajo la figura de tesoreros, que debían formar una lista de diez personas cada uno. Estos fueron llamados celadores, quienes a su vez debieron buscar otros diez individuos –suscriptores- comprometidos a contribuir con un centavo a la semana. Fue una cadena insuficiente pero novedosa que se complementó con la venta de rifas, veladas y comercializaciones.
En la derecha, un Cristo con los brazos abiertos invita a la oración en un pequeño santuario ubicado bajo arcos adornados. En la izquierda, se encuentra San José con un pequeño niño Jesús de Nazareth en brazos. Una figura de la patrona de la iglesia lo antecede con su altar propio, instalado por los miembros actuales de la parroquia adornado con dos banderas –una de Venezuela y otra de Portugal.
En la plaza había un busto de Giuseppe Garibaldi, obra del artista venezolano Valmore Carrero Murillo. En 2007, había sido inaugurado por la Alcaldía del Municipio Libertador de Caracas y el Embajador de Italia, en conmemoración del bicentenario del nacimiento del prócer italiano. En la base del busto había una inscripción en italiano que rezaba “Giuseppe Garibaldi eroe dei due mondi” (José Garibaldi, héroe de los dos mundos). Lastimosamente el busto ha desaparecido y, a pesar de las pesquisas realizadas, se ignora en dónde se encuentra actualmente. Ni siquiera los vecinos sabían de su existencia.
Ubicación
Se encuentra en la Esquina de Palo Grande, Av San Martín, parroquia San Juan, en el Municipio Libertador, Distrito Capital, al oeste de Caracas.
El Guarataro no se diferencia mucho de los demás barrios en Caracas, ni es muy grande en comparación con otros, por ejemplo, Petare. Se encuentra al oeste de Catia y vecino del 23 de enero - famoso proyecto de viviendas construido por el dictador Marcos Pérez Jiménez -. Parte de él está en la parroquia San Juan, que contiene como 5 municipios más, tiene una población de 110.692 personas y la densidad es de 31.393 por km2. El Guarataro, es uno de los más poblados de San Juan y por tal las casas crecieron apilándose piso por piso, uno arriba del otro.
Subiendo desde la panadería de los Portugueses, en la esquina de al lado de la Iglesia de la Inmaculada Concepción o mas conicido como Iglesia Palo Grande, paso por las calles con las casas coloniales de la vieja Caracas haciéndome compañía. La iglesia es de 1956, pero las casas tienen unos cientos años más guardados entre sus recovecos. Su estructura ha sido la misma durante todas las décadas: un patio central rodeado por los cuartos de la casa, techos de tejas y paredes de adobe. Esas joyas de la historia y de la arquitectura venezolana, se encuentran todavía allí, en especial en las regiones más bajas del Guarataro. Unas en su estado original y otras completamente adaptadas y modernizadas, pero el ambiente de la Caracas de antes todavía se respira al pasar por allí.
Entrar a El Guarataro implica admirar la estructura de cemento y
ladrillos que alcanza 38 metros de alto. Es natural que el individuo se
sienta pequeño a su lado, tal como sucede con el arte gótico. Luego de
las rejas que protegen su perímetro de la inseguridad, tres puertas de
madera reciben al público. Su fachada ostenta vitrales alargados y un
rosetón, dos torres con sus respectivos balaústres que las soportan,
ornatos esculpidos en forma de flor –florones-, agujas y un pináculo.
25 vitrales adornan las paredes. Los halos de luz se cuelan entre cristales de colores que cumplen una función estética y a la vez didáctica. Allí se plasman escenas y personajes del Nuevo Testamento, como la aparición de la Virgen a Bernadette Soubirous -religiosa francesa canonizada- en Lourdes, al sur de Francia. Desde los bancos de madera se deleita la vista, mientras se eleva el pensamiento hacia Dios. El altar mayor está hecho de mármol de Carrara proveniente de Italia que se incorporó a la capilla en 1950. Tiene tres nichos en los que reposan efigies de Nuestra Señora de Lourdes, en el superior, y San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen, en los laterales. La estructura tiene grietas, huellas del terremoto de Caracas de 1967.
Muchos desconocen que la edificación no tiene siquiera un siglo de creación. En 1922 el sector Palo Grande era una zona prácticamente inhóspita. Varios sacerdotes de la congregación francesa Hijos de María Inmaculada establecieron su residencia en la última cuadra habitada para entonces de aquella área, al oeste de Caracas. La intención de atender espiritualmente la barriada ya marginada de El Guarataro era imperiosa. También, la necesidad de levantar una capilla. Aquiles Nazoa, periodista, poeta y humorista nacido en este barrio el 17 de mayo de 1920, hijo de una familia muy humilde.
La vena artística del padre Augusto Pavageau aún es palpable. Pasó horas estudiando el Diccionnaire Raisonné de l’Architecture Francaise du XIe. Au XVIe. Siécle, de Eugene-Emmanuel Viollet-le-Duc, reconocido arquitecto francés del renacer gótico. Trazó bocetos de diversas creaciones artísticas que derivaron en un proyecto de proporciones ambiciosas y atrevidas para la época. El 8 de diciembre de 1924 se ofició la primera misa entre paredes de cemento, ventanas sin vidrios y un techo de madera destinado a desaparecer para dar paso a las bóvedas actuales. El Guarataro no tendría una capilla dotada de todo su inmobiliario sino doce años después. En 1957, el templo recibe el nombre que hoy ostenta, en honor a sus fundadores.
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